martes, 6 de abril de 2010

Lo que nuestras células hacen

Propósito superior:
Cada célula del cuerpo
acuerda trabajar por el
bien del todo;
el bienestar individual
es secundario. Si es preciso,
morirá para proteger
al cuerpo (lo que ocurre con frecuencia).
El egoísmo resulta inconcebible,
incluso cuando la supervivencia
de las células está en juego.


Comunión: Cada célula permanece en contacto con todas las demás. Hay células mensajeras que corren en todas direcciones para notificar a los puestos avanzados más lejanos cualquier intención o deseo, por pequeño que sea. Retirarse o negarse a comunicar resulta inconcebible.

Conciencia: Las células se adaptan a cada momento. Son flexibles para responder a cada situación. Mantener hábitos rígidos resulta inconcebible.

Aceptación: Las células reconocen que cada una es igualmente importante. Todas las funciones del cuerpo son interdependientes. Realizarlas de manera aislada resulta inconcebible.

Creatividad: Aunque cada célula cumple funciones específicas (las células hepáticas, por ejemplo, realizan 50 tareas distintas), éstas se combinan de manera creativa. Una persona puede digerir alimentos que nunca había comido, concebir pensamientos nuevos o bailar de un modo nunca visto. Aferrarse a conductas anquilosadas resulta inconcebible.

Estar: Las células obedecen al ciclo universal de reposo y actividad. Aunque este ciclo se manifiesta de distintas formas (niveles hormonales fluctuantes, presión sanguínea, ritmos digestivos), su expresión más obvia es el sueño. Sigue siendo un misterio por qué necesitamos dormir, pero si no lo hacemos sufrimos disfunciones graves. El futuro del cuerpo se incuba en el silencio de la inactividad. La actividad obsesiva o la agresividad resultan inconcebibles.

Eficiencia: Las células operan con la menor cantidad posible de energía. En general, sólo almacenan tres segundos de alimento y oxígeno dentro de la pared celular. Confían totalmente en que se les proveerá. El consumo excesivo de alimento, aire o agua resulta inconcebible.

Conexión: Debido a su herencia genética común, las células saben que, en esencia, son iguales. El hecho de que las células hepáticas sean diferentes de las cardiacas, y las musculares de las cerebrales, no contradice su identidad colectiva, que es inalterable.

Dar: La actividad principal de las células es dar, lo que mantiene la integridad del resto. El compromiso total con la concesión produce automáticamente la recepción, la otra mitad de un ciclo natural. El acopio resulta inconcebible.

Inmortalidad: Las células se reproducen para transmitir a su descendencia, sin restricciones, su conocimiento, experiencia y talentos. Es una clase de inmortalidad práctica: someterse a la muerte en el plano físico, pero vencerla en el no físico. La brecha generacional resulta inconcebible.


Deepak Chopra

2 comentarios:

zornbi dijo...

me encantan las células y me confieso ignorante acerca de ellas. sólo he escuchado decir que se renuevan todas las células del cuerpo cada 7 años ¿será cierto?

DomingoAnarquista dijo...

supongo que si, lo mágico lo increíble esta en entender que las mantiene unidas y ordenadas y reproduciendose!
cierto que te gustan las células...